martes, 2 de abril de 2013

EL COLOR PURPURA



Desde que era niña la Semana Santa siempre me trae a la memoria nazarenos vestidos de color púrpura regalando a los niños dulces y caramelos.  Tal vez por esa razón este color siempre me ha resultado atrayente, relajante y espiritual.

El color púrpura se ha asociado desde tiempos inmemoriales a la realeza y simboliza poder, riqueza y lujo. Es un color que estimula la imaginación y la intuición. Capaz de combatir los miedos y aportar paz.






Esta semana, impregnada por su esencia he decidido realizar un viaje de aroma y magia a uno de los lugares del mundo donde reina en todo su esplendor: los campos de Lavanda en la Provenza francesa.  Queréis acompañarme en este viaje?






La lavanda o espliego es un arbusto de tallos leñosos, ramas de espigas alargadas y flores de color morado que desprenden un aroma intenso y fresco. Dentro de sus componentes destacan principalmente el lanilol, que tiene propiedades energizantes y los taninos, que son útiles como antisépticos, cicatrizantes, antioxidantes y protectores de la piel.









Esta planta es originaria de los países mediterráneos de Europa y norte de África y desde siempre se ha utilizado la esencia de sus flores para la fabricación de lociones y perfumes.






En Provenza, sur de Francia, existen enormes plantaciones de lavanda. La planta florece en verano y la recolección de las flores para uso medicinal se lleva a cabo entre los meses de julio y agosto.







Las flores se cosechan a mano una vez que estén abiertas, idealmente en un día soleado y bien entrada la mañana. Como contiene componentes alcohólicos se debe secar a la sombra  y a una temperatura inferior a los 35 ºC. A mayor temperatura se evaporan los alcoholes, se altera la esencia y se pierde la actividad terapéutica de la planta.






El componente principal de la Lavanda es el aceite esencial, que contiene alcoholes terpénicos (linalol, geraniol y borneol) y sus esteres, entre otras muchas sustancias, responsables de sus propiedades sedantes del sistema nervioso central, hipotensoras, antiinfecciosas y bactericidas.






La lavanda es un remedio eficaz para calmar los nervios y en caso de ansiedad, irritabilidad, insomnio, taquicardia y migrañas. Para ello, se hierve agua, se añade un puñado de flores y se deja en reposo unos minutos. Se recomienda tomar dos tazas diarias después de las comidas.









El alcohol de lavanda es muy adecuado para dar fricciones y calmar tensiones musculares, así como para activar la circulación y aliviar el cansancio si se añaden unas gotas a un baño caliente.






Las flores secas perfuman la ropa y ahuyentan a las polillas, por lo que se pueden colocar pequeñas bolsitas con flores en armarios, cajones o dentro de los bolsillos de la ropa tal cual lo hacían los romanos siglos atrás.

Y para terminar os dejo con una preciosa casas típica de la Provenza impregnada de la esencia misma de los campos en los que está situada.


































Qué tal este pequeño viaje de aroma y color?. Espero que lo hayais disfrutado tanto como yo.


SED MUY FELICES Y HASTA LA SEMANA QUE VIENE!! :-)









By Greencala



2 comentarios:

  1. Preciosas imagenes! Tambien es el color favorito de la mayoria de los niños, y con lo listos que son... La lavanda es una de mis plantas silvestres favoritas, me recuerda a los veranos de cuaando era pequeña.

    Besitos

    Ana

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  2. Nos alegra muchísimo que este post te resultara tan especial.

    Un beso grande y feliz noche!

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